Hay constancia histórica en los autores clásicos (Livio, AUC, XXX, 20, 5-6; Apiano, Guerra de Aníbal, 59 y Sobre África, 33; Polibio, Historias, XV, 3, 5) que permiten deducir los efectivos de caballería con que debió contar Aníbal para iniciar la campaña de ese año 202 a.C. en suelo cartaginés. Es importante reseñar que Aníbal llega a África a final de 203 a.C. mientras que Zama es en octubre de 202 a.C. Por lo tanto ese año hubo una campaña completa y un periodo de invernada que permitió completar efectivos a las fuerzas púnicas recién desembarcadas.
Posteguillo es un novelista y por tanto puede tomarse sus licencias literarias, pero en este caso, especialmente Apiano y Livio, dan evidencia de efectivos del ejército púnico que fueron dejados en Italia como guarniciones en las localidades que aún controlaban después de marchar Aníbal hacia África. Si bien se alude a estos efectivos como los menos capaces. También se cuenta que Aníbal habría ordenado asesinar a soldados itálicos de su ejército que no estaban dispuestos a seguirle a África. Apiano además alude al sacrificio de 4.000 caballos que no pudieron ser embarcados. Sin embargo estas bajas de animales, habrían sido suplidas (de acuerdo al propio Apiano) por 4.000 caballos incautados a desertores númidas del ejército de Masinisa a los que por desconfianza no se quiso incorporar, siendo ajusticiados. Estos caballos habrían sido empleados por los jinetes que trajo de Italia que no disponían de montura. También alude a un acuerdo con la tribu númida de los areúcidas, a otro acuerdo con un líder númida llamado Mesótilo, que habría aportado 1.000 jinetes y a un último con Vermina, hijo de Sífax. Pero este llegó tarde para la batalla de Zama y fue sorprendido por los romanos y aniquilado su destacamento varias semanas después de la batalla contra Aníbal (Livio, AUC, XXX, 36, 7). Polibio refrenda la escasez de caballos que tenía el general púnico y habla de un acuerdo con un familiar de Sífax llamado Tiqueo, el cual habría aportado 2.000 jinetes. Este Tiqueo, que no es citado por Apiano por su nombre, pudiera ser el jefe de la tribu de los areúcidas a los que sí menciona.
Si sumamos todos estos contingentes y excluimos a Vermina (por haber llegado tarde), Aníbal habría incorporado 3.000 jinetes de diversas tribus númidas (cabe pensar que con sus respectivas monturas) y 4.000 caballos para los jinetes que trajo de Italia. Es probable que la proporción no fuera 1:1 jinetes-caballos, pero a priori parece que los púnicos contaron inicialmente con un elevado contingente de caballería.
Otro tema es el combate ecuestre previo a Zama en que parece que los cartagineses sufrieron elevadas pérdidas (Apiano, Sobre África, 36 y Livio, AUC, XXX, 29, 7), lo cual podría explicar que en la definitiva batalla Aníbal tuviese una fuerzas de caballería inferiores a las de sus oponentes.
Rolando - 8 years ago
Según Santiago Posteguillo en su libro Las Legiones Malditas,Aníbal no pudo embarcar en su regreso a Africa,toda su caballería,dado que Cartago no le envió los barcos suficientes.Gran parte de su ejército debió ser dejado en Italia y muchos de sus caballos fueron sacrificados.
Hay constancia histórica en los autores clásicos (Livio, AUC, XXX, 20, 5-6; Apiano, Guerra de Aníbal, 59 y Sobre África, 33; Polibio, Historias, XV, 3, 5) que permiten deducir los efectivos de caballería con que debió contar Aníbal para iniciar la campaña de ese año 202 a.C. en suelo cartaginés. Es importante reseñar que Aníbal llega a África a final de 203 a.C. mientras que Zama es en octubre de 202 a.C. Por lo tanto ese año hubo una campaña completa y un periodo de invernada que permitió completar efectivos a las fuerzas púnicas recién desembarcadas.
Posteguillo es un novelista y por tanto puede tomarse sus licencias literarias, pero en este caso, especialmente Apiano y Livio, dan evidencia de efectivos del ejército púnico que fueron dejados en Italia como guarniciones en las localidades que aún controlaban después de marchar Aníbal hacia África. Si bien se alude a estos efectivos como los menos capaces. También se cuenta que Aníbal habría ordenado asesinar a soldados itálicos de su ejército que no estaban dispuestos a seguirle a África. Apiano además alude al sacrificio de 4.000 caballos que no pudieron ser embarcados. Sin embargo estas bajas de animales, habrían sido suplidas (de acuerdo al propio Apiano) por 4.000 caballos incautados a desertores númidas del ejército de Masinisa a los que por desconfianza no se quiso incorporar, siendo ajusticiados. Estos caballos habrían sido empleados por los jinetes que trajo de Italia que no disponían de montura. También alude a un acuerdo con la tribu númida de los areúcidas, a otro acuerdo con un líder númida llamado Mesótilo, que habría aportado 1.000 jinetes y a un último con Vermina, hijo de Sífax. Pero este llegó tarde para la batalla de Zama y fue sorprendido por los romanos y aniquilado su destacamento varias semanas después de la batalla contra Aníbal (Livio, AUC, XXX, 36, 7). Polibio refrenda la escasez de caballos que tenía el general púnico y habla de un acuerdo con un familiar de Sífax llamado Tiqueo, el cual habría aportado 2.000 jinetes. Este Tiqueo, que no es citado por Apiano por su nombre, pudiera ser el jefe de la tribu de los areúcidas a los que sí menciona.
Si sumamos todos estos contingentes y excluimos a Vermina (por haber llegado tarde), Aníbal habría incorporado 3.000 jinetes de diversas tribus númidas (cabe pensar que con sus respectivas monturas) y 4.000 caballos para los jinetes que trajo de Italia. Es probable que la proporción no fuera 1:1 jinetes-caballos, pero a priori parece que los púnicos contaron inicialmente con un elevado contingente de caballería.
Otro tema es el combate ecuestre previo a Zama en que parece que los cartagineses sufrieron elevadas pérdidas (Apiano, Sobre África, 36 y Livio, AUC, XXX, 29, 7), lo cual podría explicar que en la definitiva batalla Aníbal tuviese una fuerzas de caballería inferiores a las de sus oponentes.
Según Santiago Posteguillo en su libro Las Legiones Malditas,Aníbal no pudo embarcar en su regreso a Africa,toda su caballería,dado que Cartago no le envió los barcos suficientes.Gran parte de su ejército debió ser dejado en Italia y muchos de sus caballos fueron sacrificados.